¿Por qué unirte a un centro de buceo ecológico puede cambiar el océano (y tu forma de bucear)?
Todo empezó con una decisión radical.
Javier Ibrán, director general de Dressel Divers y buceador hasta la médula, un día se hartó de ver cómo muchos buceaban sin mirar atrás: aletas arrastrando coral, plásticos saliendo de los bolsillos y centros de buceo que hablaban de sostenibilidad… pero animaban a la gente a hacerse fotografías cogiendo estrellas de mar.
Así que dijo “basta”.
Si iba a haber un cambio, tenía que empezar desde dentro.
Y así nació Go Green, con un compromiso claro: convertir cada uno de nuestros centros en un verdadero centro de buceo ecológico. No de etiqueta. De principios.
Porque un centro de buceo ecológico no es solo un lugar donde se recicla.
Es donde el respeto por el océano se nota en cada charla previa, en cada inmersión, en cada botella que NO se lanza al mar.
Aquí, el buceo es aventura… pero con conciencia.
Sí, vas a ver tortugas, tiburones, rayas y arrecifes alucinantes.
Pero también vas a aprender a protegerlos.
Porque el verdadero lujo no está en lo que ves, sino en lo que dejas intacto.
En nuestros centros de buceo ecológicos, el buceo responsable no es un extra, es la norma.
Aquí no vienes solo a bucear: vienes a formar parte de una comunidad de buceadores conscientes.
Aquí, los buenos buceadores presumen de poder mantener una flotabilidad perfecta sin tocar una sola rama de coral.
¿Cómo reconocer un centro de buceo ecológico donde el respeto por el océano no se predica, sino que se practica?
Pues ahora lo vemos.