2.2. Tanques de buceo de acero vs aluminio: flotabilidad y trimado
Pero comparar solo el peso en superficie puede ser engañoso, porque debajo del agua ocurre algo curioso:
El «peso del tanque de buceo» que realmente importa es el que tiene bajo el agua.
O mejor dicho, el principio de Arquímedes: la masa del objeto menos el peso del volumen de agua que desplaza.
Vale, vale, no nos pongamos técnicos. Pero esto hay que saberlo.
Como las paredes del tanque de acero son más delgadas y densas, desplazan menos agua que las gruesas paredes del cilindro de aluminio.
En pocas palabras: al comenzar la inmersión (cuando está lleno), la flotabilidad de un tanque de acero es mucho más negativa que la de uno de aluminio.
Y se complica a medida que consumimos aire, porque el tanque de aluminio llega a tener flotabilidad positiva, o que es lo mismo, el peso se vuelve ligeramente positivo: alrededor de +4 a +4,4 lb (+1,8 a +2,0 kg).
Una botella de acero, en cambio, aunque tiene cambios y se mantiene negativa durante casi todo el tiempo.
Y aquí surge la pregunta clásica:
“¿Qué más da? Me pongo más lastre.”Sí, puedes añadir 1,8–3,6 kg más.
Pero piensa en esto, sobre todo si buceas en aguas cálidas:
En el trópico no llevas traje seco ni grueso neopreno. Vas casi sin traje, con muy poca flotabilidad natural.
Aquí la comparación cambia totalmente.
¿Sabes qué pasa si llevas un tanque de acero negativo todo el tiempo?
Exacto: te conviertes en un ancla humana.
Con aluminio:
- Sí, se vuelve un poco flotante al final.
- Sí, necesitas un poco más de lastre.
- Pero durante la inmersión mantienes un equilibrio mucho más natural.
No comienzas hundido ni necesitas inflar tu chaleco como un flotador desde el primer minuto.
¿Sobrepeso al inicio con aluminio? No tanto
Con un AL80, el pequeño lastre extra solo compensa su flotabilidad final.
Pero en aguas cálidas, donde el traje aporta casi nada de flotabilidad, ese peso adicional no te sobrecarga.
Te mantiene justo en el punto ideal: no flotas durante la parada de seguridad…
sin convertirte en un bloque de plomo el resto del tiempo.
En la práctica, este detalle es lo que hace que el aluminio sea más cómodo en el Caribe.
¿Y el trimado?
Con acero, el tanque actúa como un lastre fijo potente en la espalda.
Eso ayuda si haces buceo técnico o llevas equipo pesado.
¿Por qué los buzos técnicos prefieren acero?
Porque su mundo es diferente:
Trajes secos, temperaturas frías, penetraciones, dobles tanques, etapas, simetría, estabilidad absoluta… y con acero ahorran lastre.
Pero para el buzo recreativo tropical, el comportamiento del aluminio, incluyendo su cambio de flotabilidad, no es un inconveniente, sino una ventaja.