Estás en plena inmersión. Aguas cristalinas. Mantas raya deslizándose como ovnis elegantes. Respiras con calma. Todo está en paz.
Hasta que no.
Una subida de emergencia. Un pitido agudo en el oído. Una corriente traicionera. Y de pronto, todo cambia.
Aquí es donde entra en juego tu seguro de buceo. Y no, no da igual cuál tengas.
Porque no todos los seguros para buceo son iguales. Y mucho menos cuando te encuentras en medio del océano, lejos de casa, dependiendo de una cámara hiperbárica que cuesta miles. O de una evacuación aérea en un rincón remoto de Indonesia.
¿Suena extremo? Tal vez, pero… ¿vas a arriesgarte?
En este artículo no vas a encontrar rollos técnicos.
Vas a descubrir:
• Por qué el seguro de buceo no es opcional.
• Qué diferencias hay entre un seguro de viaje con buceo incluido y un seguro de buceo hecho a medida para buceadores.
• Cómo elegir el mejor seguro de viaje para buceo según tu tipo de inmersiones, destino y experiencia.
• Cuál es la verdad sobre los seguros de buceo PADI, DAN y DiveAssure y otros seguros específicos.
• Y sobre todo, cómo proteger tus aventuras submarinas sin arruinarte en el intento.
Tanto si te pones el regulador de vez en cuando como si vives vestido con un neopreno, este contenido es para ti.
Prepárate para entender de una vez por todas cuál es el mejor seguro de buceo para tu forma de bucear. Y sumérgete con tranquilidad.
Porque el riesgo está ahí.
Pero también lo está tu opción de estar cubierto.
¿Listo?
¡Vamos al fondo del asunto!