¿Hacer el curso de flotabilidad de máximo rendimiento? ¡Bah! Si yo ya floto bien…
A ver, controlar la flotabilidad no va de si sabes bucear sin reventar el coral.
Se trata de si disfrutas el buceo como una actividad calmada y relejada o solo lo sobrevives.
De si gastas medio tanque solo para mantenerte estable.
De si tu equipo te ayuda… o te sabotea.
Ya, ya sé lo que estás pensando:
«Yo ya soy un buceador avanzado. ¿Para qué voy a hacer el curso de flotabilidad de alto rendimiento si floto bastante bien?»
Te entiendo.
Yo también pensaba igual. El ego del buceador es real y un pesado lastre (uno de los problemas del control de la flotabilidad). Todos lo llevamos puesto junto al neopreno.
Creemos que dominamos la flotabilidad perfecta solo porque el guía nunca nos regañó. Pero es que a ese pobre no le queda otra. Hace lo que puede con lo que tiene y ese día te tiene a ti. Como mucho te da algún consejo tímido, para que no te ofendas.
Sin embargo, los otros buceadores no tienen por qué bucear contigo si no quieren y eso me pasó a mí.
A medida que pretendía participar en inmersiones más avanzadas noté que los buceadores con mejor flotabilidad evitaban ser mis compañeros de buceo.
Normal, era incapaz de evitar ese meneíto incómodo de subir-bajar cada vez que inhalaba y exhalaba, mi trimado estaba lejos de ser horizontal y los que es peor: mi tanque duraba mucho menos que el de ellos.
Porque una cosa es no tocar el fondo cuando aleteas y otra muy distinta es clavar una flotabilidad perfecta, con un trimado horizontal.
Sin lastre de más.
Sin inflar y desinflar el chaleco cada 10 segundos.
y sin moverte como un yo-yo.
Estamos hablando de buceo de alto rendimiento, amigo. Y eso lo cambia todo: tu consumo de aire. Tus fotos. Hasta tus relaciones con los otros buceadores cambian.
Así que vamos al grano.
Hoy vamos a responder lo que muchos se preguntan:
El curso de flotabilidad de alto rendimiento de PADI o de SDI o de cualquier otra agencia, ¿vale realmente la pena?
Vamos al agua.