10 Consejos Técnicos De Buceo Para Reducir El Consumo De Aire

Si sigues leyendo accederás a 10 consejos técnicos de buceo para reducir el consumo de aire durante tus inmersiones. 10 trucos de eficacia probada por nuestro instructor de instructores y director de recursos humanos, Víctor Córdoba. Alarga tus buceos de manera natural con estos sencillos consejos.

“Cuanto más bucees, mejor será tu consumo de aire” ¿Cuántas veces te han respondido esto cuando has preguntado cómo mejorar tu consumo de aire? Muchas, verdad. Lo sabemos, simplemente porque es cierto. No hay duda que la práctica lleva a la perfección. Sin embargo, en las siguientes líneas te daremos consejos técnicos de buceo para indicarte exactamente en qué puntos debes practicar. ¿Estás preparado para reducir el consumo de air mientras buceas?

Consejos técnicos de buceo: Respirar para bucear.

Que sabes respirar es obvio, pero lo que quizá no es tan obvio es la forma en la que funciona la respiración. Las células del cuerpo humano necesitan el oxígeno para vivir, este oxígeno lo obtenemos cuando inhalamos. Al mismo tiempo necesita eliminar las partículas de CO2 y lo hacemos cuando exhalamos. Si no eliminamos estas partículas al mismo nivel que se producen, el cerebro exige a tus pulmones que acelere la respiración. Podemos afirmar que el CO2 es el principal culpable de hacernos respirar.

1. En este punto llega el primer consejo técnico de buceo. Nunca aguantes la respiración. Si lo haces sólo lograrás acumular dióxido de carbono y tu cerebro no lo va a permitir, con lo que va a indicar a tus pulmones que ventilen a mayor velocidad.
2. Pero… ¿Qué hace que se produzcan más partículas de CO2? Entre otras cosas el movimiento de los músculos, pasar frío y el estrés. ¿En qué radica nuestro consejo de buceo técnico para hacer más pausada la respiración y por tanto reducir el consumo de aire? En relajarse, reducir el movimiento y bucear lo suficientemente abrigado, así de simple.
3. Dominar la flotabilidad, la posición y la propulsión es muy importante de cara a reducir el movimiento y con él la producción de dióxido de carbono. Tu respiración se relajará y reducirás el consumo de aire. ¡Fantástico!, ¿verdad?

4. Si además de esto, conseguimos que nuestra respiración sea más profunda y más lenta, así renovamos mejor el aire de nuestros pulmones y tendremos que respirar menos veces, ahorrando aire. ¿Cómo lo logramos? Con nuestro cuarto consejo técnico de buceo. Practicar la respiración abdominal o respiración de yoga. El truco de esta respiración es impedir que tu pecho se mueva al inhalar, tiene que ser tu estómago el que lo haga.

Consejos técnicos de buceo: Maneja tu equipo correctamente.

5. Por mucho que parezca una obviedad, el mantenimiento adecuado de tu equipo va evitar que pierdas aire. ¿Cómo? Reparando las pequeñas fugas que pueda tener (juntas tóricas, roturas en fibras del jacket, malfunción del octopus, etc.)
6. Sigue los principios de la hidrodinámica. Cuantos más elementos de tu equipo provoquen rozamiento con el agua, mayor será la resistencia al desplazamiento y el esfuerzo físico que vas a tener que realizar. Ya hemos visto arriba que eso es contraproducente.

7. Controla el efecto Venturi. Este fenómeno físico dice que cuando un fluido en movimiento dentro de un conducto cerrado pasa por una zona más estrecha dentro del mismo, la velocidad a la que fluye aumenta y disminuye la presión. Esto es lo que ocurre cuando respiramos por el regulador. Por tanto, si tenemos la palanca del efecto Venturi en abierto durante la inmersión, el regulador nos permitirá respirar con más facilidad. Esto evitará que nos cansemos. Así produciremos menos CO2, reduciendo el consumo de aire. Eso sí, recuerda poner la palanca del efecto Venturi de tu “octopus” en la posición de cerrado o estarás perdiendo aire por esa otra etapa.
8. Si cuentas con tu propio equipo y utilizas un regulador compensado para tus inmersiones, deberás tener en cuenta el “adjust knob” o mando de ajuste de esfuerzo. La cantidad de trabajo que se necesita para comenzar el flujo de aire se denomina esfuerzo de apertura. En los reguladores sin “adjust knob” no tenemos ningún control sobre este esfuerzo, pero en los reguladores de última generación sí. Cuando abres el mando, debilitas la resistencia del resorte que permite el paso del aire del regulador a tus pulmones. De esta manera trabajarás menos para abrir la válvula en cada respiración.